Obesidad

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La Obesidad es una enfermedad crónica degenerativa

Considerada en la actualidad como una enfermedad crónica degenerativa igual que la diabetes mellitus, hipertensión arterial, es así que su descuido trae complicaciones de importancia clínica considerables. El exceso de grasa su principal característica, por lo que en la actualidad se valora según su índice de masa corporal que es así en adultos mayor de 25, por lo que se debera iniciar su manejo.

Sin embargo la obesidad se presenta no solo en la «forma física » sino también en las actitudes y  emociones.

Actitudes gordas y emociones sin limites tienen que ver con las ansiedades y depresiones que generalmente llevan a una alimentación compulsiva y excesiva. La gordura emocional no se cura comiendo menos alimentos. El ayuno de emociones es imprescindible en estos casos.

No se deje engañar, la obesidad no se detiene comiendo menos o solo haciendo dietas. Requiere un abordaje integral y sistemático que genere verdaderas cambios internos y  estructuralesObesidad y actividad física

¿Cuáles son los factores a tener en cuenta para lograr un mejor rendimiento físico. La relación de la alimentación en las personas con sobrepeso que hacen ejercicio y en las que no lo realizan?
Con la actividad física constante se producen cambios en el funcionamiento corporal general, entre ellos los más destacados son: aumento de la capacidad de «quemar» la grasa celular; descenso de los niveles de triglicéridos, aumento del HDL (conocido como colesterol bueno) y disminución de la presión arterial.

Los beneficios de la actividad física en el tratamiento del sobrepeso tienen 3 pilares fundamentales, el gasto calórico del ejercicio propiamente dicho, el factor psicológico que incluye una disminución del apetito por colaborar con el control de la ansiedad y los cambios en el funcionamiento del organismo, haciendo una vida mucho más saludable mejorando su calidad.

Beneficios de la actividad física:

  • Normalización de la presión arterial.
  • Aumento de la capacidad pulmonar.
  • Aumento de la fuerza muscular.
  • Aumento de la capacidad aeróbica.
  • Disminución de la masa grasa.
  • Disminución de los niveles de triglicéridos.
  • Aumento de HDL.
  • Mejoría de la relación del individuo con el propio cuerpo.
  • Modificación de la conducta alimentaria, con disminución del apetito, en especial de la ansiedad.

 

Tipo de ejercicio recomendable:

La actividad debe ser preferentemente aeróbica (marcha, trote, gimnasia, bicicleta, natación), la cual se recomienda practicar 3 veces por semana con una duración de 30 a 40 minutos por sesión. Es importante avanzar gradualmente, y conocer el límite propio.

Cada individuo tiene consideraciones particulares para la elección del tipo de actividad. Para evitar complicaciones, la persona debe ser evaluada por un profesional. Generalmente el ciclismo y la marcha son bien tolerados en todos los casos. Aunque en el caso de dolor articular, por ejemplo en las rodillas, o tobillos, no se debe forzar estas articulaciones con caminatas hasta que no se hayan fortalecido con otro tipo de ejercicio. Por eso es importante contar con una persona idonea para que el ejercicio realmente sea saludable para la salud.

Conclusión:

La actividad física es un pilar fundamental del tratamiento de los trastornos del peso modificando la composición del cuerpo y el funcionamiento del metabolismo y los sistemas, mejorando la relación con la comida y con el propio cuerpo. Por ello es que desde esta mejoría se hace posible un tratamiento efectivo a largo plazo que culmine con una modificación de los hábitos erróneos del individuo.

Qué es la Obesidad?

Aún está en discusión si la obesidad es o no una enfermedad. Pero lo cierto es que la obesidad es una condición epidémica, metabólica, crónica, heterogénea, estigmatizada y generadora de numerosas enfermedades:

  • Enfermedades articulares (artritis, artrosis) en pies, rodillas, columna vertebral, cadera, etc.
  • Hipertensión arterial (riesgo de accidente cerebro-vascular o derrame cerebral).
  • Agrandamiento del corazón e insuficiencia cardíaca.
  • Diabetes.
  • Trastornos circulatorios periféricos (circulación arterial y venosa deficiente, várices).
  • Alteraciones respiratorias crónicas.
  • Deterioro de la función renal.
  • Deterioro de la función hepática.
  • Alteraciones digestivas (digestión lenta, constiparon).
  • Deterioro orgánico general y envejecimiento prematuro.
  • Alteraciones de los ciclos menstruales y menopausia precoz.
  • Alteraciones de la vida sexual.
  • Trastornos emocionales (angustia, sentimiento de inferioridad, depresión).
  • Alteraciones hormonales.
  • de conservar dichos resultados.

 

Alimentos Adictivos

Para perder peso fácilmente y sin apenas darnos cuenta, el primer paso es relajarte, porque si a la dura prueba de la dieta añadimos la ansiedad que provoca ese pequeño reto, lamentablemente los resultados tardarán en llegar. Si es que llegan. Parece demostrado que cuanto más tensas nos sentimos ante la necesidad de perder peso, más propensas somos a «morirnos» un día de hambre y a procurarnos un atracón al día siguiente. ¿Y eso a qué conduce? En el peor de los casos, a un par o tres de quilos más.

Por este motivo debes saber que el secreto de una buena dieta consiste en evitar a los llamados «alimentos que crean adicción»: aquellos que, por definición, acaban monopolizando nuestro pensamiento, reconfortándonos en los malos momentos y aliviándonos el estómago cuando éste nos declara una pequeña guerra. Recurrir a ellos cuando te sientes débil, triste o bien como si fueran una válvula de escape es la peor cosa que puedes hacer porque crearás un precedente casi insalvable que te puede llevar a depender absolutamente de ellos en momentos de flaqueza.

Los aperitivos: son tan sabrosos como peligrosos cuando estás haciendo una dieta. ¿Sabías que una pequeña ración de patatas fritas y un vermut superan en calorías a un hermoso bocadillo vegetal, por otra parte mucho más nutritivo y saciante? El peligro de los aperitivos radica en que pueden despertar en nosotras conductas compulsivas: pueden convertirse en un picoteo incontrolado: ahora una almendrita, ahora un ganchito, ahora unas olivitas… pequeños estragos que ni alimentan ni sacian ni mucho menos contribuyen a que pierdas peso de manera saludable.

La repostería: sustituir las pastas (croissants, ensaimadas, donuts…) por pequeños bocadillos de pan integral o una o dos piezas de fruta a media mañana te ayudará a «matar el gusanillo» de manera más efectiva y saludable, ya que debes saber que la repostería sacia en un primer momento pero sólo de manera engañosa. Además de que las caderas acaban padeciendo sus efectos. Además de tu colesterol.

Los pequeños «dulces»: comienzan siendo pequeñas excepciones y acaban convirtiéndose en una costumbre. Por lo general se trata de carbohidratos elaborados que contienen muchas calorías y pocas o nulas vitaminas y minerales.

Las bebidas azucaradas: constituyen un tentempié habitual por el efecto saciante del gas y el azúcar que contienen. Debes saber que los refrescos de soda contienen tal cantidad de azúcar que incluso equivalen en calorías a otros alimentos compactos como el yogur, un plato de cereales, dos piezas de fruta fresca… alternativas mucho más pobres en calorías y más ricas en salud.

Como ves, para perder peso y llevar una dieta sana no es preciso hacer grandes renuncias. Vigilar un poco tu alimentación manteniendo a raya a los «indeseables» es la manera de llegar con éxito a nuestro propósito: perder peso sin jugarse la salud ni el tipo.

Bebidas para Adelgazar

1) Té de agracejo: Esta hierba se destaca por su acción contra la ansiedad, la angustia y la depresión, factores, que en general inducen a realizar grandes ingestas de alimentos. Pero además, cobra gran importancia como digestivo natural. Te recomendamos que tomes 2 tazas por día hasta que comiences a notar cambios.

2) Té de arenaria: Gracias a su acción diurética, esta hierba es la ideal para complementar un régimen para adelgazar. Dos tazas diarias serán suficientes para lograr los efectos deseados.

3) Té de bardana: Diurético y depurativo, el té de este yuyo colabora con el descenso de peso y con la belleza de la piel. Con 1 taza diaria todos los días, se eliminarán las toxinas que afean el cutis e impiden el correcto funcionamiento del organismo.

4) Té de carqueja: Esta hierba actúa como digestivo, hepatoprotector y depurativo. Beber todos los días una infusión preparada con 2 cdas. de carqueja por litro de agua es una buena manera de limpiar el cuerpo y dejarlo apto para realizar cualquier dieta.

5) Té de cola de caballo: También es diurético y depurativo. Simplemente vierta 2 cdas. de hierba por litro de agua y pasado 1 minuto del primer hervor, deje decantar la preparación y cuélela. Una taza diaria es una cantidad ideal.

6) Té de dulcamara: Actúa como diurético y desintoxicante, por eso libera al organismo de sustancias nocivas ayudándolo a eliminarlas rápidamente. Una taza a la mañana y otra a la noche serán grandes aliados para cumplir con una dieta exitosa.

7) Té de espina colorada: Se utiliza como diurético y contra los cólicos hepáticos y la acidez. De ahí que una infusión preparada con esta hierba sea de gran ayuda a la hora de complementar una dieta rica en verduras, legumbres y cereales.

8) Té de fucus: Es el adelgazante por excelencia. Actúa contra la obesidad y el hipotiroidismo. Estas cualidades naturales hacen que 3 o 4 tazas diarias, contribuyan con el descenso de peso.

9) Té de hisopo: Otro de los reductores que la naturaleza nos brinda. En forma de infusión o de gotas (en este caso hace falta comprar la tintura madre que se vende en dietéticas) esta hierba proporciona importantes descensos en lo que ha grasa corporal se refiere.

10) Té de pasionaria: Ataca la ansiedad y los nervios. Sus efectos son de suma importancia para llevar a cabo una dieta sin tentarnos con recetas «potentes» en el camino. Consume 2 o 3 tazas diarias. En casos de ataques de hambre súbitos, ingiere 2 tazas juntas.

11) Té de zarzaparrilla: Eliminar el líquido retenido en el organismo es la propiedad de esta hierba natural. Con sólo ingerir una taza diaria, obtendrás sus beneficios.

12) Té de marrubio: Antiinflamatoria y adelgazante. Estos son los beneficios proporcionados al consumir una infusión preparada con marrubio. Incluya 2 tazas diarias en tu dieta y disfruta de tu nueva silueta.

13) Té de centella asiática: Conocida por sus positivos efectos sobre la circulación sanguínea, esta hierba anticelulítica borra paulatinamente la piel de naranja, dejándola suave y con menos pozos e imperfecciones. ¿Cómo plasmar estos beneficios en nuestro cuerpo? Tomando 3 tazas diarias de este té, preparado con 2 cdas. de hierba por litro de agua.

Tés frutales

14) Té de pomelo: Una taza de infusión de esta fruta 30 minutos antes de cada comida reduce el apetito y ayuda a descomponer grasas. Además, limpia el sistema digestivo y urinario. Se prepara muy fácil, lavando un pomelo, cortándolo en cuatro e hirviéndolo durante 1 minuto. Lo mejor es consumirlo inmediatamente para que no pierda sus propiedades y nutrientes.

15) Té de melocotón: Dos tazas diarias en ayunas son una excelente dosis para hidratar en profundidad la piel y reconstituir tejidos, dado que las enzimas que posee el melocotón son ideales para cumplir con esta tarea. Para preparar esta infusión sólo deberá colocar un melocotón lavado y cortado en agua y dejarla hervir por 1 minuto. Luego habrá que beberlo, tibio.

16) Té de piña: El jugo de piña tiene un alto poder descongestivo, por eso es excelente la acción que ejerce sobre edemas post-quirúrgicos, alergias y celulitis. Una infusión por día preparada con esta fruta constituye un potente eliminador de toxinas. Después de un mes ya pueden notarse los resultados. Por supuesto, que para lograrlo habrá que acompañar el té de piña con un régimen balanceado e hipocalórico.

17) Té de melón: Refrescante y diurético, una infusión de esta fruta agiliza el funcionamiento del metabolismo y de esta manera colabora con el adelgazamiento. Lo ideal es beber 2 tazas en ayunas o ingerir un jugo de esta fruta inmediatamente después de despertarse. Para elaborar el té, simplemente deberá lavar y cortar en cubos un cuarto de melón. Una vez que el agua hierva, apague el fuego, deje reposar la preparación y bébala.

18) Té de naranja: Todos los cítricos son una valiosa fuente de inositol, parte del complejo vitamínco B, que entre otras propiedades ayuda a disolver las grasas. Por esta razón cualquier cítrico que utilice en infusiones (o directamente en su jugo) la ayudará a perder peso. El té de esta fruta, combinado con el de otras variedades en ayunas y a diario colaborará en gran medida con el modelado de la silueta.

Sopas y caldos de verdura

19) Levadura de cerveza como aderezo: Este ingrediente es ideal para suplantar al queso rallado y sumar salud y belleza a nuestro organismo. Es que a través de sus cualidades, colabora para que el apetito se reduzca notablemente. Sólo habrá que espolvorear 1 cdta. sobre la sopa o el caldo caliente y consumir. Además de hacer mermar el hambre, es un excelente depurativo.

20) Caldo y sopa de espárragos: Sus efectos diuréticos ayudan a desintoxicar el organismo y a eliminar las posibles retenciones de líquido. Pueden hervirse o ingerirse en caldo bebiendo el agua de cocción de esta verdura 2 veces por semana.

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